En Catalunya nos han paralizado la competición de fútbol base y amateur durante 15 días, y a día de hoy (miércoles 28 de Octubre de 2020) aún no sabemos si este fin de semana los y las jóvenes que llevan 15 días entrenando podrán jugar sus respectivas ligas.
En el primer fin de semana de parón de competición ha habido clubes que han competido entre ellos (partidos internos dentro del club mismo). La Secretaria General del Deporte emitió un comunicado el día 21, tras conocer que los clubes habían realizado partidos entre ellos, advirtiendo que estaba prohibido la realización de partidos amistosos entre equipos del mismo club.
El segundo fin de semana algunos clubes han optado por realizar entrenamientos en fin de semana y los últimos 15 minutos el típico «partidillo».
Mientras tanto, los bares y restaurantes «cerrados» (los clientes bebiendo en las puertas de los bares), los mercadillos al aire libre a reventar de gente, los parques naturales llenos de urbanitas, las puertas de los colegios llenas de padres haciendo corrillos, y un largo etcétera de sin sentidos que no acabamos de entender los que vivimos en primera línea del fútbol.
Según las estadísticas que maneja el estado sobre la incidencia de la Pandemia en la vida social, las actividades deportivas son de las que menos casos acumulan hasta ahora.
En la gran mayoría de clubes de fútbol se siguen a rajatablar las medidas de prevención contra el virus.
Los padres van todos con mascarillas y mantienen la distancia de seguridad, incluso en algunos clubes solamente pueden entrar jugadores/as y sus entrenadores en las instalaciones
Estimados lectores, esto no pinta nada bien en relación a la competición. Parece que no va a empezar, o por lo menos esa es la sensación. La Federación ya ha cobrado, los clubes siguen cobrando, pero los/las jugadores/as no compiten. En principio es como pagar para un producto esperando a su entrega sin saber la fecha, o que a lo mejor al final ni siquiera llegará.
Los entrenamientos sirven para enseñar/aprender, practicar/mejorar e ir corrigiendo los errores. Además sirven para las carencias del equipo y para ir reforzando sus puntos fuertes durante la temporada según se van afrontando los diferentes encuentros durante la competición.
¿De qué sirve entrenar si no se puede competir?
La respuesta normal sería: aprenden a mejorarse como personas y jugadores/as, pero, ¿cuál sería la motivación, ya que para la mayoría la competición es la motivación, si la quitamos de los jugadores/as?
Firma: El del pito en el culo.
