Haber podido vivir el inicio del gran equipo que ha vuelto a ganar la Champions ha sido más que un placer. Ha sido un honor y un orgullo.
Hubiera podido hacer como todos los demás y escribir sobre el Barça y cómo el equipo ha sido absolutamente tremendo esta temporada. Hubiera podido repetir lo que todo el mundo ya está diciendo. Pero no lo voy a hacer.
Para mí, esta victoria ha tenido otro significado. Como la mayoría sabe, soy sueco, de Gotemburgo, y llevo un poco más de 7 años en Barcelona. La conexión entre Gotemburgo y Barcelona siempre ha sido fuerte, ya desde hace los míticos partidos entre el IFK Göteborg y el Barça en los años 80 y 90.
Hablando del femenino, Gotemburgo tiene otro sentido. Fue donde, durante la pandemia, el equipo de Lluis Cortés ganó la Champions por primera vez, en el Gamla Ullevi, casa del IFK Göteborg, un estadio que para mí durante toda mi vida ha sido una segunda casa.
Dos años después se repitió el éxito de a ganar la Champions. En esta ocasión fue en Holanda, de donde viene la mitad de mi familia (Ámsterdam), que Fridolina Rolfö, originalmente de Göteborg, marcó el 3-2 que aseguró la segunda victoria europea para nuestras heroínas.
Digo «nuestras» porque sin importar se eres del Barça o no, lo que está haciendo este equipo es poner el fútbol español en el mapa. Está creando un futuropara todas estas chicas nuestras que sueñan con ser futbolistas profesionales. Hoy en día es bonito saber que una chica puede ser campeona del mundo, campeona europa, campeona olímpica, y con su club, campeona de la Champions.
Otro orgullo que también ha tenido fruto es la admiración que siempre he tenido por Patri, la versión femenina de Busquets. Cuando el Barça estaba perdiendo 0-2, de repente estuvo Patri y en un par de minutos había empatado el partido a 2-2.
El sueño completado por Fridolina me dio tanto orgullo como si fuera mi propioa amiga, hermana o hija. Hubiera podido escribir igual que todos los demás sobre la victoria de la final, pero hoy, hoy yo me quedo con el orgullo de poder vivir el desarrollo del fútbol femenino catalán de cerca. Tenemos algo especial aquí. Algo que ojalá algún día nos dejará siendo campeones del mundo, como el masculino en 2010.
