
Desde muchos lados famosos ex-futbolistas y entrenadores, especialmente en Holanda y Alemania, han criticado al Barça por su manera de gestionar el club. ¿Pero es justificada la crítica?
Los últimos año han dejado al Barça en una situación muy difícil económicamente. Raro pensar cuando hablamos de unos de los clubes más grandes del mundo. Obviamente nadie pudo pensar en el efecto de la pandemia, y ahora hay que recuperar todo.
Yo personalmente no puedo decir exactamente cómo están las cosas, pero por lo que he entendido el problema no es con la falta de dinero, sino que los ingresos no hayan sido suficientes para justificar la masa salarial. Al final es un club que genera mucho dinero, pero a la vez también ha tenido muchos gastos.
Las criticas comentan que no entienden cómo el Barça puede gastar dinero que no tiene. Obviamente no han entendido los casos de la venta de los derechos de televisión o de Barça Studios etc. Son ingresos.
Laporta claramente ha dicho quevquiere volver al Barça al nivel en que estaba. Entrando Xavi como entrenador definitivamente fue un gran paso hacia esto. Trabajando en mejorar la plantilla también está en marcha. Salidas generan «ingresos» de la manera ahorros, como por ejemplo ahorros de salarios.
¿Se puede criticar al club por prácticamente obligando a algunos jugadores a irse? Sí, y quizás no es la mejor manera, pero algo tiene que hacer, ¿no?
Lo que leemos cada día en la prensa, pues no sabemos cuánto es de verdad y por otra parte la gravedad de exageración metida en ella misma. Como muchas empresas, los clubes hoy en día no son clubes de fútbol, sino empresas grandes. El fútbol ya no es la única punta de venta grande, por lo cual, el tratamiento de los empleados también se ha cambiado.
¿Pueden intentar obligar que un jugador se vaya? Mientras que uno tenga contrato no, pero no está obligado el club de dejarle jugar en partidos ni nada más si no lo pone en el contrato mismo. Mientras el club pague el salario se hace con lo suyo. Si el club dice que no cuenta con un jugador y ese no quiere irse, pues es probable que no va a jugar ni un minuto. Aquella decisión de irse o quedarse es del jugador mismo.
Rumores de «bullying» ha afectado al club varias veces donde jugadores y jugadoras han expresado su descontento por el tratamiento psicológico de gente dentro del club. Pero hasta ahora solamente son rumores.
Al fin y al cabo hay mucha gente que opina de todo, nosotros incluidos, pero hay que poner todo en perspectiva y en realidad concentrarse más en si mismo y menos en lo que hace todo lo demás.
El mundo del fútbol moderno es enfermo. La sensación de «lo que era antes» casi ni se acuerda. Los jóvenes y niños hoy en día definitivamente nunca van a poder vivir el fútbol donde no solamente se hablaban del Barça, PSG o Mánchester City sino de clubes como el Göteborg (Suecia), Rosenborg (Noruega) y Steaua de Bucarest (Romania). Hoy en día nadie se acuerda que el Mánchester City solía ser equipo de Segunda División antes de la inyección económica.
Lo que más respeto del fútbol español son los clubes que siguen siendo de los socios. El Barça es uno de ellos. Sea quien sea el Presidente, son los socios que mandan, hasta llenar el campo propio con alemanes por si quisieran…