Fueron del barrio, pero nadie los iba a parar.
Donde yo crecí podría ser un lugar del que uno se llamaría un ghetto. No por ser de gente pobre ni nada, sino más por los problemas de criminales que había, y, lamentablemente, aún hoy en día hay.
La venta de drogas y los tiroteos han colorido mi querido barrio, lleno de parques y naturaleza, a una zona gris llena de tristeza.
Pero hay un punto de alegría en la oscuridad. El club de fútbol que se llama BK Häcken. Tiene una de las instalaciones más modernas del país, un estadio nuevo y es el organizador de la Gothia Cup, el torneo de fútbol más grande del mundo con casi 2.000 participantes cada año. Al menos antes de la pandemia.
Hace poco también fue oficial que el Kopparberg/Göteborg, el actual campeón sueco del fútbol femenino, se incorporaría al equipo del barrio.
En 2009 fui entrenador allí. Tuve el cadete, un equipo tan talentoso que fue ridículo. Cuatro jugadores llegaron a jugar en la selección Sub-15 de Suecia. Uno juega en Primera y otro ya es profesional en el extranjero.
Lo más triste es que uno hace muy poco murió de cáncer con sólo 24 años.
La vida da turnos que nadie nunca pueda imaginar. Yo me quedé con el equipo hasta 2012 cuando fui a Salamanca por mis estudios.
Fueron dos temporadas que nunca voy a olvidar en mi vida. También fue una prueba de que da igual de donde vengas porque si hay voluntad siempre hay una manera.
Diez años después me acuerdo de todo con orgullo.
Los + y – de la semana
+ Positivo
1. Es imposible no mencionarlo, aunque se repite. El Barça femenino ganó la copa de la reina.
2. Los clubes de la Primera Catalana abren la boca y dicen lo que piensan a pesar de lo que diga la FCF.
– Negativo
1. La falta de respeto de la FCF a los clubes. Parece una canción repetitiva, pero lamentablemente es la verdad.
2. El partido entre Sant Gabriel y Europa fue el primera que he visto in directo in más de 5 meses. La falta de acceso a los campos da mucha rabia.
