Foto: FC Barcelona (Instagram)
Un sufrimiento prolongado al final ha llegado a su fin. La destitución de Koeman no fue una pregunta de «Si» sino una pregunta de «Cuándo«.
Ronald Koeman es y siempre será una leyenda en el Barça. Dejó a la selección holandesa para coger el volante del club de su corazón, donde se sentía en casa, que ojalá siga así. Entró en el club en uno de sus momentos más oscuros, con una situación financiera que al final ha dejado al club tal y cómo está.
Es fácil dar la culpa a Koeman por los resultados malos. La sensación es que desde el principio ha trabajado en contra el viento en un club y con un Presidente simplemente pendientes de una cosa: la vuelta a casa de Xavi. No es un secreto que el ex-capitán es el elegido y el que podrá seguir el trabajo de Guardiola y Luis Enrique, los dos últimos ganadores de la Champions.
Xavi era una jugador, una frase aún rara de decir ya que parece ayer que jugaba, excepcional, una referencia que llevaba el reino de Puyol con gloria. Xavi además ha tenido mucho éxito en el banquillo en el Al-Sadd.
El post era de Luis Enrique ha dejado muchos huecos vacíos empezando con la criticada salido de Neymar hasta la despedida de Suárez y al final, el eterno adiós del «10», Lionel Messi.
Koeman no lo tenía fácil, y al final parecía más que la motivación no estaba. Los jugadores parecían perdidos en el campos sin una clara idea cómo jugar. En ese nivel no hay margen por fallos. La pérdida contra el Rayo Vallecano fue la última gota. Ahora sólo hay que decir una última cosa:
¡Gracias Koeman! Lamentablemente la historia no tuvo el éxito y la felicidad que se merecía. Seguirás siendo una leyenda siempre.
/Futbol BCN