El Barça-Madrid, el partido más grande del mundo. O al menos lo era. Ahora, una década después, sólo nos quedamos con un recuerdo que poco a poco se va desapareciendo.
Fui al Camp Nou con la esperanza de ver a las próximas estrellas del Barça y del Madrid. Sabía ya antes que iba a ser diferente. Mi último Clásico, y en realidad mi último partido en el Camp Nou fue en 2018, hace tres años. Fue el último de Iniesta.
Con 20-25 años viví la época de Guardiola y la selección española. La sensación de ver a ese equipo jugar era una que ni pudiera empezar a explicar. La locura fue cuando se disputaron tres Clásicos en una semana en abril de 2011. ¿Quién no se acuerdo del 2-6 en Bernabeu o la manita en el Camp Nou?
Ahora, diez años después, en un Camp Nou, que por fin detrás de las restricciones de la Pandemia, pudo llenarse de nuevo. El público volvió al campo, el sol brillaba, y la única diferencia era la obligación de llevarse la mascarilla. Al menos es lo que pensaba.
Llevo más de 20 años siguiendo el fútbol español. El Clásico es una fecha programada en mi calendario como los festivos de navidad. Al estar en el campo vine con las ganas de siempre, con la esperanza de una batalla, la batalla de batallas. Fue la primera vez que vi a jugadores como Frenkie De Jong, Ansu Fati y Coutinho en vivo. Las ganas había, pero después del 0-1 por el Madrid se desaparecieron. El Barça de siempre hubiera luchado para remontar el partido. Éste Barça no estuvo ni cerca.
Para ser sincero, no solamente fue el local quien decepcionó. También el visitante. Puede parecer subjetivo, pero no fue el Madrid jugando bien, sino el Barça jugando muy mal. Los dos goles de Madrid fueron de contraataques, estos tipos típicos del Madrid, los de siempre. 20 años desde «Los Galácticos» y siguen funcionando.
Los fallos de Dest en la primera parte y de Benzema en la segunda hablan por si mismos. No eran fallos por el buen trabajo de los porteros. No. Simplemente eran fallos por mala calidad. Benzema, esta temporada ha hecho bien, pero él que vi en este partido no fue el mismo.
¿Dónde estaba la sensación de un derbi?
El primer Clásico con aficionados. Me esperaba más. La grada calladita. Hace poco fuimos al Aqua Hotel – Calella de la Tercera Catalana, un partido que gracias a los CFC Crew acogió lo que de verdad era una derbi. No voy a decir que los aficionados del Barça no cantaran. Pero la cantidad no era suficiente en un campo que deja entrar a casi 100.000 personas. Ojalá el nuevo «Espai Barça» dé un cambio en la dirección correcta.
Otro asunto son los precios. 99 euros para entrar donde hace faltan binoculares para poder ver la pelota. ¿Cómo piensa en club que los aficionados verdaderos tendrían la pasta para pagar esto? Ser abonado es prácticamente imposible y para una familia de 4 o 5 personas sería pagar unos €250-500 euros para poder disfrutar a un solo partido en el Camp Nou. Para muchas familias es más dinero que tienen para comer cada mes.
Volviendo al asunto del Clásico, me lamenta decir que estamos muy lejos del nivel que había y tal y cómo vamos ahora no veo que vayamos a estar ni cerca de este nivel en mucho tiempo. Hay jóvenes en los dos equipos. Ojalá sean ellos los que hagan que Los Clásicos vuelvan a ser un partidazo con la misma sensación de derbi como antes. Pero la verdad sólo veo una manera de llegar a esto.
Hay que fichar jugadores top como Mbappé y Haaland. Jóvenes que ya han enseñado que aguantan el nivel más alto y que si uno de cada uno se acaba jugando en el Barça y el otro en el Madrid creando la rivalidad competitiva que creaba el Messi-Cristiano. Políticamente e históricamente el Barça-Madrid siempre ha sido un derbi muy especial, pero hoy en día la historia es aquella que los jóvenes no conocen y por eso es necesario una rivalidad en el campo que tenga que ver con el fútbol y la calidad de las plantillas ante la política.
El Barça sigue siendo la referencia del fútbol catalán con el Espanyol. La gran diferencia es que el Espanyol no tiene problemas de motivarse. Además los Pericos sí que ganó al Madrid en casa.
El Clásico se ha congelado, pero quizá eso signfica que el derbi verdadero, el del Barça-Espanyol, a partir de ahora se convertirá en el partido del año. Porque donde se encuentra el Blaugrana ahora, no está ni cerca de competir con el Atleti y el Madrid. Y si no haya cambios pronto, ahora con Xavi como entrenador, el Espanyol puede que sea otro rival más superando al Barça, no por casualidad, sino por simplemente ser mejor. Lo vimos ya en el derbi en el Camp Nou.
Hace mucho frío en Barcelona. Y ni estamos en febrero.