¿Cuántas veces hemos escuchado el: «lo que sea para ganar»? No solamente es el resultadismo que afecta a los entrenadores hoy en día. También es la «forma de jugar».
La manera de jugar es diferente entre todos los entrenadores. Cada uno tiene su punto de referencia y en pocos clubes hay una línea roja donde todos los equipos entrenan de la misma manera.
Si hablamos de un colegio hay un currículo que todos los alumnos deben seguir y cumplir. Esto está establecido por ley. Sin embargo, aunque no sea la ley, ¿por qué no puede ser que un club haga algo similar?
Un currículo es una guía hacia poder jugar y representar a un club y su primer equipo, el nivel más alto que hay. No importa si el club sea el Barça, el Vilafranca o el Malgrat. Cada club tiene una responsabilidad de formar a los jóvenes que tienen bajo de sus alas, tanto a las chicas como a los chicos.
Cuando entrenadores quieren esconder su manera de jugar para que los rivales no tengan ventajas, ya vamos mal. En el fútbol base, de una vez, el trabajo de un entrenador no es ganar partidos. No lo es tal y cual. El trabajo es formar a los futbolistas, a los niños y niñas y prepararles para el próximo paso de su vida futbolística. Igual que un profesor en primaria prepara a sus alumnos para la ESO, un entrenador de Fútbol 7 debería preparar a los suyos para el fútbol 11.
Últimamente ha habido mucho hablar sobre esto de colgar vídeos de goles y jugadas publicados en redes sociales por padres o los jugadores mismos. Entrenadores se han quejado de que podría exponer «la manera de jugar» o que por ejemplo clubes «más grandes» podrían ver a estos jugadores e intentar ficharles o que el próximo rival sabría cómo jugar contra el equipo del jugador.
Repetimos, el fútbol base es una fase de formación. La manera de jugar, el éxito en cuantos trofeos o partidos que ganes, tienen absolutamente cero importancia. Ya es hora de enterarse de esto. Además, si un club «más grande» quiere fichar a un jugador, eso quiere decir que en el club actual donde el jugador juega ahora están haciendo un buen trabajo dando una buena formación.
¿Cuál puede ser la razón por qué los entrenadores hacen esto? ¿Por qué quieren proteger lo suyo para poder: «¡ganar ganar ganar!»?
En realidad parece haber una razón egoísta detrás de todo esto. Muchos entrenadores, como los padres quieren para sus hijos, buscan ser los mejores. Un entrenador que gana la liga recibe más atención que uno que forma a un grupo de jugadores que al final salen a ser profesionales. Normal, ¿no?
Pues, si un entrenador está en el fútbol solamente para llegar lo más lejos posible, esta persona no debería ser entrenador. Entonces se ha equivocado de profesión. No es nada malo tener ambiciones, pero un entrenador en el fútbol base tiene solamente un trabajo: formar a los jugadores.