En este articulo me gustaría realizar una mención sobre los árbitros de fútbol base y sus peculiaridades.
Cierto es que, tanto un arbitro profesional como uno de fútbol base, comparten una serie de obligaciones y responsabilidades a llevar a cabo para que el desarrollo del juego sea el más idóneo, óptimo y correcto, y así es y así se produce.
Comparten muchas similitudes aunque sus niveles de competición no sean el mismo, pero hay un aspecto que les diferencia:
El árbitro de fútbol base, además de realizar su trabajo dentro del terreno de juego, ha de aportar un plus extra de cara a los niños a los cuales arbitrara. Se trata de la formación, y este aspecto es muy importante para que esos niños, que el día de mañana serán adultos, conozcan desde bien pequeños cuál es la figura del árbitro, el sentido que tiene en el juego y la normativa.
Es muy importante que estos árbitros, y me consta que la gran mayoría lo hacen, sean muy didácticos y razonables a la hora de explicar el reglamento a los jugadores del fútbol base.
Han de aprovechar las situaciones de juego y explicarlas bien para que los jugadores las entiendan. Han de marcar una línea clara para evitar a pasar de jugar duro a jugar violento, para que así los jugadores de fútbol base entiendan que todo tiene un limite.
El árbitro de fútbol base es el encargado de, en esa edad tan temprana del jugador, comenzar a inculcar esa figura y que esos niños crezcan sabiendo que el árbitro es de autoridad y respeto, e intentar difuminar la imagen que existe de él en este país.
Hemos vivido cientos de situaciones desagradables donde árbitros de fútbol base, por desgracia, han tenido que sufrir alguna situación no deseable y siempre volvemos a lo mismo, a preguntarnos por qué pasa y acabar diciendo que hay que educar a los padres. Para mí, en cierto modo, es erróneo, porque los adultos tenemos poca capacidad de reflexionar y cambiar, y los padres hooligans aún menos.
De ahí parte mi idea, de educar a los niños jugadores de fútbol base, con la ayuda de los árbitros cuales saben mejor que nadie cómo es su situación. Con formación todos mejoraremos y así disfrutaremos más la competición con diversión.
Pienso que tras el transcurso de unos años notaríamos una mejora, y que los clubes, entrenadores y padres, en definitiva de toda la gente que rodea el mundo del fútbol, intenten comprender que los árbitros son parte del juego, que sin ellos no se jugaría, que están realizando un trabajo el cual es que todo vaya bien y fluido.
En este sentido creo que falta más cultura de formación y conocimiento sobre el papel de los árbitros. Opino que deberíamos realizar una reflexión todos al respecto y trabajar para que situaciones desagradables, en este sentido, comiencen a desaparecer y la figura arbitral sea algo positivo ante de algo negativo en el terreno de juego.