
Después de Llavaneres y Sant Pol, Manel Pérez vuelve a estar cerca de casa como nuevo entrenador del primer equipo de La Llàntia.
Manel es muy conocido en el Maresme, especialmente por sus etapas en el Llavaneres donde ha tenido mucho éxito estos últimos años. Empezó la primer etapa cuando el club se acercaba a su centenario. Había descendido de la Segunda Catalana y la temporada siguiente el equipo acabó décimo en la Tercera Catalana.
Necesitaba un cambio y es cuando entró Manel en el primer equipo. Lo primero era mejorar la plantilla, crear una más competitiva y así aceptó el reto de ganarse el ascenso dentro de dos años. Pero tal y como todos sabemos, la Pandemia frenó la temporada para no volverse a jugar más esa misma temporada. La FCF comunicó los procesos de ascenso, ya que decidieron no dar descensos de la Segunda Catalana por no poder acabar la temporada en el campo.
El Llavaneres, en ese momento en segundo puesto, conoció que algunos segundos subieran, pero no todos. Al final el club se quedó sin ascenso por un punto y contra otro segundo, con cuatro goles de diferencia.
Para la temporada siguiente la meta fue clara. Ganar el ascenso. Manel y el club renovaron la plantilla y subieron bastante el nivel. Pero en la segunda jornada la Pandemia volvió a parar la competición.
– Fue duro ya que al principio no podíamos ni entrenar, y al final sí que podíamos entrenar pero sin saber ni cuando ni si fuera haber competición. Al final nos llegó la noticia de que la competición se iba a disputar a una sola vuelta de 15 partidos. La Tercera Catalana se vio una de las mejores temporadas alguna vez viendo las plantillas que había en equipos como el Calalla, el Santvi, el Vilassar de Dalt y el Juventus de Lloret.
La competición fue una locura y en la última jornada hasta cinco equipos pudieron ganar la liga. Al final fue el Llavaneres, líder en el momento, que ganó su partido y asimismo obtuvo la gran meta de ascender a Segunda Catalana.
Manel y su cuerpo técnico estaban desgatados por la temporada y por la Pandemia y decidieron dar las gracias y dejar el cargo del equipo a otro entrenador.
En el momento de no estar con equipo, Sebas, un amigo suyo y actual entrenador del Sant Pol en la Segunda Catalana le preguntó por casualidad si le interesaría echarle una mano en Sant Pol. Aceptó y allí se encontró con una gran plantilla, muy humana, donde la idea era competir para el ascenso a Primera Catalana.
Por problemas internas el club decidió destituir a Sebas después de seis meses por lo cual preguntó a Manel si pudiera coger el cargo del equipo el resto de la temporada y la siguiente. Lo que no sabía el Sant Pol en el momento fue que Manel ya había aceptado un nuevo reto cerca de casa con La Llàntia. Se lo explicó que podía quedarse el resto de la temporada, pero que para la siguiente ya le había dado su palabra al club de Mataró. Al final no llegaron a un acuerdo y Manel se despidió del Sant Pol con tres puntos para poder darles las gracias a la afición, a la plantilla y a la junta.
Con el tiempo libre que ahora tenía ya empezó a planear la temporada siguiente con los verdes.
– Tenía cuatro meses para planear las cosas, algo que nunca he tenido antes. Me dio mucho tiempo para mirar cada detalle con calma.
En medio de todo, Tino, el presidente del Llavaneres le llamó explicando que el entrenador del primer equipo se había dimitido y que el club se encontraba en zona de descenso con solamente cuatro jornadas para salvarse la categoría.
– Ni me lo pensé. Acepté enseguida para poder ayudar al club en que había vivido grandes momentos. Me encontré con una plantilla sin motivación y mala actitud. Algo tenía que cambiarse. Logramos levantar el espíritu y la energía del grupo y con esto llegamos a ganar 10 de los últimos 12 puntos llevando al equipo a una décima posición en la liga, algo que nadie pensaba que íbamos a lograr. Fue una gran manera de despedirme del club.
Manel también habla sobre la gran edición de juveniles que están subiendo en el club de momento. Varios ya acaban su etapa de juvenil y Manel cuenta que le da mucha alegría haber podido dejarles debutar con el primer equipo.
– Hay un gran ambiente, tanto en el campo como en la grada, y además el Juvenil B acaba de ganar la liga y la Copa de Campeones en su propio campo. Es un gran mérito para el club.
Ahora Manel vuelve a la Tercera Catalana, una categoría que conoce muy bien, cerca de casa y con una plantilla ya cerrada para la temporada 2022/23.
– Va a ser una temporada muy interesante. El plan es conseguir los 40 puntos, que normalmente significa salvar la categoría, y todo por encima será un bonus.
¡Gracias Manel y os deseamos mucha suerte!