Un equipo de tercera división demuestra que con cabeza, talento y voluntad, todo es posible.
Todo el mundo conoce la magia de la copa nacional. El lugar donde los pequeños pueden afrontarse a los gigantes.
¿A quién no le encanta ver a un equipo del pueblo, trabajadores durante el día y jugadores por la noche, meterse en el mismo campos que sus ídolos?
En Inglaterra o en Francia equipos aficionados de ligas muy inferiores han tenido la oportunidad de jugar con clubes de primera división. Y no siempre han perdido.
Esta temporada 2020/2021 el Terrassa FC, actualmente equipo de la Tercera División Nacional, fue sorteado a jugar contra el actual campeón de la copa, Valencia CF quién ganó contra el Barça en la final en Sevilla 1-2.
El equipo local que en principio no tenía ningunas maneras de poder competir contra el equipo valenciano llegó a enseñar que los sueños no
siempre sólo son sueños, sino que también se las pueden realizar.
En el minuto 9 Jaume Pascal logró a marca el 1-0 dando aire por las alas de los jugadores del Terrassa. Un triunfo que en el minuto 50 se dobló al marcar el 2-0 por Àlex Fernández.
La sensación de que todo fuera posible estaba en
el aire respirado en el Estadi Olímpic en el Vallés aquella noche.
A veces los sueños de verdad se cumplen, pero lamentablemente la realidad fuera a llegar a petar todo esto cuando el Valencia se despertó. Los blancos marcaron el 2-1 y en el 91 metió el empate
2-2 para llevar al partido a la prórroga. Allí siguió marcando el 2-3 y el 2-4 dejando al Terrassa fuera
de la copa.
Sin embargo, el club y el equipo pueden estar muy orgullosos por el hecho de estar a punto de mandar al campeón actual a casa sin la victoria.
Foto: Terrassa FC