Por Alejandro Zamora – alejandro@futbolbcn.net
El otro día leía en Twitter a una madre y periodista que decía que en un partido de niños de siete años, en la grada, los espectadores habían acabado a tortas.
¿Cuál es el motivo por el que unos padres acaban a tortas durante un partido de niños de siete años?
Pues la verdad es que no me entra en la cabeza.
Decidí hacer una búsqueda en Google: «agresión en el fútbol base» y hay una ingente galería de vídeos de agresiones de todo tipo, hacia árbitros, entre jugadores, entre familiares, entre aficionados y todas las mezclas que se te ocurra realizar.
¿Qué lleva a una persona o personas a enfrentarse entre ellas por un partido de fútbol?
Tal vez sea una decisión arbitral, tal vez sea un comentario desde la grada o tal vez sea una riña anterior mal llevada, pero es lamentable leer, ver y escuchar estos episodios que suceden en el fútbol base.
Y no se piensen que solamente ocurre en el fútbol masculino, porque el fútbol femenino está empezando a heredar ese oscuro hacer del fútbol de «los machos».
He leído noticias como la que publica El Plural sobre un encuentro Alevín en Alicante en el que un padre alentaba a su hijo a romperle la pierna a un jugador del equipo rival, o en otro caso, publicaba Última Hora, la agresión de un entrenador a un árbitro en un encuentro de Prebenjamín!
¿Esa es la educación que reciben los niños en el fútbol base?
Por suerte no es la mayoría de los casos, incluso me atrevería a decir que son casos aislados, pero entre todos deberíamos de enseñar a padres y niños que en el deporte se gana y se pierde, pero que sobretodo las acciones antideportivas se pagan y las decisiones arbitrales se respetan.
Tal vez una buena solución pasaría por formar a los entrenadores sobre este aspecto y no tolerar actuaciones fuera de las meramente deportivas.
Pero creo que todavía nos queda mucho recorrido por delante.
(La foto del artículo es fictiva y no de una pelea verdadera)