Lo hemos visto y lo veremos más y más. Mujeres entrando en el mundo del fútbol masculino tanto como entrenadoras, árbitras, presidentas etc.
Siendo mujer en un mundo masculino no es fácil. No se la toma en serio como al hombre, algo que se ve tanto dentro del campo como en la sociedad en general.
Entonces, ¿cuáles podrían ser las ventajas de tener una entrenadora en un equipo masculino?
Ser entrenador no requiere un nivel físico como ser jugador. Eso quiere decir que la comparación entre un jugador y una jugador no se puede hacer entre un entrenador y una entrenadora.
Es una trabajo cognitivo donde tus fuerzas y habilidades como persona son las que marcarán la diferencia.

La mayoría de los futbolista masculinos han crecido con su madre, o al menos con una referencia femenino. La conexión a esta persona es muy especial y en general hay un tipo de respeto que a los padres o referencias masculinas no hay.
Una entrenadora puede aportar el instinto «madre», es decir, enseñar cariño, preocupación, determinación y protección de una manera que no se puede aprender.
Además es una muy buena manera para que los jugadores aprendan a respetar a las mujeres en un puesto de mando. Los niños crecen con profesoras como la primera referencia femenina fuera de casa con quienes pasan sus días.
El fútbol también es un buen lugar para implementar esto. No hace falta que siempre sea un mujer siendo la primera entrenadora, obviamente, pero si fuera posible tener los dos sexos en los equipos, especialmente en el fútbol base, ayudaría mucho con el equilibrio, el mismo que normalmente se encuentra en casa con los padres.
El campo de fútbol para muchos es una segunda casa. Lo que se puede hacer es intentar recrear una sensación similar.