
Partido tras partido vemos a futbolistas llegando a ocasiones clarísimas sólo por verles fallar. Una gran razón es por no saber usar el pie «malo».
Primero, para ser políticamente correcto, no todos nacen con dos pies y el título no está para discriminar a nadie.
Ahora al volver al artículo mismo. Puede sonar duro, pero un futbolista que no sabe usar bien los dos pies se podría considerar un mediojugador. Es decir que solamente podrá sacar un 50% de su potencial al quedarse con su pie «fuerte».
Está claro que siempre será así, que tendremos un pie más fuerte que el otro, pero no debería decir que el «málo» no podría ser uno fuerte también.
Como entrenador debería ser obligatorio enseñar desde pequeños que al aprender a usar los dos pies, preferentemente los más igual posible, van a crecer a ser mejores futbolistas que si no lo hacen.
Muchas veces lo que falla es la parte técnica. Por un lado no se entrena suficiente, ya que lo que hacemos es concentrarnos en crear un equipo ante crear futbolistas. Pero eso es un asunto para otro artículo.