El fútbol entre tanto fue golpeado duramente durante un periodo de 12 meses entre marzo 2020 hasta marzo 2021. Luego vino todo de golpe.
Ya conocemos la historia. La parada de todo hace un año y medio. Increíble pensar en todo lo qye3 ha pasado, y aún más que ya han pasado casi 18 meses desde que empezó todo.
Estuve en el Seagull con Alicia Fuente donde habíamos podido crear un equipo con muy buena dinámica en el Alevín A. El último partido ganamos 10-0 donde las niñas enseñaron y utilizaron casi a la perfección todo lo que habíamos entrenador desde septiembre. No fue el fin que queríamos, pero al menos tuvimos la sensación de haber llegado a un buen momento.
Ali se fue a Logroño y yo al final dejé al Seagull, pero esa es una historia para otro día.
He sido entrenador desde hace 15 años ya. Tengo 34. Lo que más he aprendido es la importancia de ser relajado, de no tomar todo tan serio, de dejar que los futbolistas sean felices y, al final, he aprendido que la formación es lo único que cuenta. Paciencia, metodología, pedagogía y diversión.
La enseñanza es algo que siempre me ha apasionado. He trabajado como profesor también y hay algo especial cuando enseñas algo y vez la bombilla saliendo por encima de la cabeza de los peques. De haber sido entrenador durante tantos años, mis próximos pasos en el fútbol, al menos de lo que me dice la cabeza y el corazón, son hacia la formación. Me gustaría trabajar y desarrollar una metodología para un club y ponerla en activo por todos los equipos desde los peques hasta arriba. Es mi próximo sueño.
Estamos entrando en la nueva temporada de 2021/2022. Ojalá sea una normal sin interrupción. Lo necesitamos. Mucha gente ha perdido mucho. El fútbol, sin embargo, fue algo que nunca creíamos que pudiéramos perder. Pero lo perdimos. Se nos lo quitaron. Pero lo recuperamos. Y más fuerte que nunca espero que todo el mundo lo agradezca ya sabiendo que fácil nos pueden quitar todo y encerrarnos en nuestras casas.
Barcelona tras la pandemia nunca va a ser igual. Por otro lado sabemos que Barcelona siempre seguirá allí. El sol ha vuelto a brillar. Los taxistas y las motos han vuelto a llenar las calles. Los campos se están volviendo a llenar. Y la sensación de libertad poco a poco viene de vuelta.
Menos de irnos a Holanda en agosto en coche el año pasado ni hemos salido de Catalunya desde que empezó todo. La salida nos hizo sentir que al menos el mundo seguía allí fuera. Por otro lado nos ha dado la oportunidad de de verdad gustarnos nuestra tierra. Sí, yo y mi familia somos extranjeros, pero ningún sitio ha sentido tanto en casa como estas tierras catalanas.
A disfrutarlo. Y vivirlo. El fútbol ha vuelto. Por fin.