Masculino y femenino, niños y niñas, hombres y mujeres, féminas y machos. En toda la historia de la humanidad nos hemos dividido por nuestro género y lo llevamos en el ADN mental sin que nos demos cuenta.
El mundo del fútbol siempre ha sido una fuente de inspiración y valores para muchas personas, sean del género que sean y se sientan del género que se sientan.
El fútbol ha evolucionado mucho desde aquel primer reglamento del siglo XIX y se ha ido adaptando a los tiempos, con innovaciones, nuevas medidas y retocando otras, pero, ¿habría la posibilidad de crear una nueva vertiente dentro de este mundo deportivo?
¿Estás pensando en lo mismo que nosotros? ¿Por qué no existe una competición mixta?
Una competición en la que pudieran jugar equipos mixtos, equipos femeninos y equipos masculinos. Pero claro, nos asaltan las dudas y prejuicios que llevamos impresas a fuego en nuestro ADN.
En la actualidad hay equipos de fútbol base femeninos que juegan en ligas masculinas, pero a la inversa no sucede.
¿Por qué? ¿Cuál es el motivo? ¿Por qué las ligas femeninas son exclusivamente femeninas?
Si te has contestado a esa pregunta rápidamente es muy probable que eres hombre y lo ves desde la perspectiva de la superioridad, y no decimos que es tu culpa, al contrario que, de alguna manera, es la idea e imagen que llevamos todos arraigadas culturalmente en nuestras mentes, opinemos lo que opinemos de ellas.
Que un equipo femenino, o jugadora, pueda jugar en una liga masculina, pero un equipo masculino, o jugador, a la inversa no, es simplemente discriminación de género y una visión del mundo que no concuerda con el siglo XXI.
Ya no hablemos de temas homosexuales o transgénero…
¿Cómo podemos entonces buscar una solución a esto?
Hemos escuchado, todo:
«La parte física es diferente, entonces no se debe mezclar.»
Repetimos: una jugadora o un equipo femenino, sí que puede jugar en un equipo o una liga masculina. Igualmente, la parte física es algo que se nota más al alrededor de las edades 13-15 años. Muchas veces cuando los niños y niñas tienen entre 10 y 13 años, físicamente, las chicas son más altas, y más fuertes que los chicos. Una mujer adulta mide entre 160cm-175cm, una altura a la que muchas chicas ya llegan con esta edad joven. En principio por físico no debería haber ningún problema de juntar los dos sexos hasta, digamos, segundo año de infantil. En realidad, tampoco después.
¿Pero hay otra solución para quitar la cuestión de género en el fútbol sin importar la edad?
Si miramos al fútbol espontáneo, allí no existe el límite de géneros. Allí juega quien apetezca a jugar, y por experiencia nuestra, no siempre son los hombres, ni los adultos que dominan estos partidillos. Si eres entrenador, seguramente has participado miles de veces en los partidos de los entrenamientos tanto siendo equipos masculinos como femeninos. Seguramente podrás admitir que a varias ocasiones estos peques, sin importar el género, han logrado hacer cosas que ni a tu mejor nivel habrás podido comprender el cómo lo han hecho. Lo físico no siempre es la respuesta a todo.
Zlatan Ibrahimovic decía en su libro que cuando era joven, como tenía orígenes del extranjero, tenía que trabajar mucho más que los con origen sueco para llegar a tener la misma oportunidad que ellos. Lo mismo pasa con muchas chicas y mujeres. Se ven obligadas de trabajar mucho más duro para tener las mismas oportunidades que los hombres. Y el resultado de eso muchas veces resulta en que las chicas o las mujeres acaban por encima del hombre que no luchaba igual. Esto seguramente vale tanto dentro como fuera del campo de fútbol.
¿Sería posible crear una competición, tanto amateur como profesional sin géneros?
La idea que tenemos es ver la posibilidad de tener un fútbol donde el género de los futbolistas no importa. Imagínate una liga en la que los equipos puedan ser de chicos, de chicas o mixtas, tal y como quiera cada equipo. Una competición donde por ejemplo un chico que se siente como una chica, hacia el transgénero de que hablamos en la edición de abril, podría jugar tanto con sus amigos como con sus amigas. Revolucionaría el fútbol por completo y quitaría todas estas barreras que llevamos conociendo desde el nacimiento del deporte que llamamos fútbol. Justamente es lo que es. Balón de pie, y la mayoría de la gente nace con dos pies, da igual el sexo que tenga.
¿Sería posible en un futuro cercano?
No lo sabemos, pero nos gustaría pensar que sí. Ojalá habrá un fútbol sin géneros, sin racismo y sin machismo. El fútbol es de todos.
